lunes, 1 de junio de 2009

C.TEX- LA GUERRA VISTA POR ERNEST HEMINGWAY

Me dispongo a comentar un texto del libro de Hemingway “Adiós a las armas” escrito en 1929.

El texto es literario, ya que forma parte de una novela ficticia. Aunque también es histórico porque relata la primera guerra mundial.

El autor es Ernest Hemingway. Este fue un famoso escritor y periodista de principios del siglo veinte. Aunque no era soldado participó en algunas guerras. Por ejemplo, en la primera guerra mundial fue conductor de ambulancias voluntario del ejército italiano. Estas experiencias le permitieron escribir sobre la guerra de una manera mucho mejor que otros novelistas.

El texto se refiere a la primera guerra mundial. En especial se refiere a unos juicios celebrados durante esta en contra de unos generales (o tenientes) que habían abandonado a su tropa. Durante la guerra, hubo muchos de estos juicios. Esto es porque había algunas batallas absurdas (como son la de Verdún o la de Marne), muy largas y muy cruentas, en las que muchos hombres perecieron a causa de que era imposible obtener la victoria.

La finalidad del texto es criticar a la guerra en general, a los ejércitos y a los patriotismos. Pero sobretodo quiere criticar a los juicios en los que unos jueces y unos altos cargos militares, que no estaban expuestos a la guerra, se dedicaban a condenar a militares que lo único que querían era que no hubiera más muertes.

La idea principal es la guerra y el ejército. El autor busca criticar a los ejércitos, a su lado más inhumano (en el que por ganar la guerra estaban dispuestos a sacrificar a muchos de sus hombres), y a su estructura jerárquica.

Las ideas secundarias son los juicios. En el texto se habla sobre unos juicios en los que un ejército condena a unos tenientes, pertenecientes a su propio ejército por “abandono de tropas”.  Los jueces alegan que, por su culpa, el enemigo ha podido poner sus pies sobre el territorio nacional.  En la mayoría de estos casos, los tenientes abandonaban a sus tropas por salvarse la vida, porque era imposible sobrevivir en la guerra. Este tipo de batallas tan sanguinarias pertenecen a la etapa de la guerra llamada “la guerra del desgaste”. Lo que se buscaba en esta etapa era cansar al enemigo con ataques constantes aunque esto supusiera numerosas bajas nacionales. Estas batallas eran muy arriesgadas y solían perder la vida la mayoría de los soldados. Fue por esto que en esta etapa hubo numerosos militares condenados por abandono de tropas o penas similares, ya que algunos cargos del ejército preferían huir de la batalla (dejando a un lado cualquier tipo de patriotismo), a quedarse y morir.

El contexto histórico, como ya he mencionado es la etapa de la guerra mundial de la guerra del desgaste. Esto es, en 1916. En este momento se llevaban a cabo numerosos ataques y batallas cruentas para debilitar al enemigo y poder ganar la guerra. Esta estrategia la uso por primera vez Alemania con el objetivo de ganar a Francia, pero no le funcionó muy bien.

El lugar en el que se sitúa, no está muy claro, ya que no se dice en el texto. Pero dado que los jueces de los que habla eran italianos, se deduce que aquellos juicios se debieron celebrar en Italia, posiblemente en la frontera con Alemania. En esta zona había un frente abierto con Alemania y también hubo algunas batallas atroces en las que murieron muchos soldados.

El autor está completamente en contra del ejército. No contra los soldados que murieron en las batallas, sino contra los altos cargos que no sufrieron ningún peligro durante la guerra y que simplemente se dedicaban a juzgar y a dar órdenes. Creo que piensa esto ya que critica muy duramente a estos militares con frases como “Los jueces tenían este desapego, esta devoción a la estricta justicia de los hombres que dispensan la muerte sin que ellos se expongan”. Critica también mucho a estos juicios, los tacha de completamente injustos. Dice que consistían simplemente en un interrogatorio (que no servía de nada, ya que el acusado no podía defenderse de forma alguna), una sentencia y acto seguido un fusilamiento. Sin abogados defensores, sin pruebas, sin nada.

La postura de Hemingway ante la guerra, es una postura completamente en contra. No sólo está en contra de la guerra por los muertos, las injusticias, los bombardeos. También está, incluso, en contra de la ideología que había provocado la guerra. El nacionalismo. En bastantes ocasiones del texto, se mete con el patriotismo dando a entender que es absurdo matar y condenar por el simple hecho de defender la nación y el sagrado territorio de la patria.

El autor, a través del texto, se rebela contra la guerra y sus formas (las bombas, las armas, los explosivos…), el ejército y su estructura jerárquica, en la que los altos coroneles y generales no sufrieron ningún efecto directo de esta guerra y sin embargo millones de soldados perdieron la vida. También se rebela contra las ideologías que defendían que su patria era la mejor y que por lo tanto debían luchar por ella y ganar al resto de naciones.

El texto en conclusión es una gran crítica a esta horrible y cruenta guerra.

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